domingo, 20 de diciembre de 2009

Cómo cambiar una lavadora de sitio y poner un lavavajillas

Una de las "ventajas" de vivir en un compound, es que cuando se te funde una bombilla (por poner un ejemplo), llamas a los charlis, vienen cuando les da la gana, y te la cambian.

Pero ¿qué tienes que hacer para conseguir instalar ese maravilloso invento denominado lavavajillas en casa?
Vamos por pasos. Esto es como bricomanía pero en moruno: 
  • Compra. Te vas a una tienda y encuentras un lavavajillas LG en tono metalizado y que viene con una aspiradora (también LG) de regalo y que sale más económico que uno blanco que cantaría un poco menos en tu cocina. Les dices que si te lo pueden llevar al día siguente a las 6 que es cuando llega tu marido a casa y así se apaña él con los transportistas de turno porque el día siguiente es tu segundo día en el país y aún no sabes ni donde estás.
  •  Recogida. Llaman de la tienda a las 4 de la tarde para decirte que no, que llegarán de 5 a 5:30 y que es imposible retrasarlo hasta las 6. Tengo que buscar a ver si acierto con el número de teléfono de los de la puerta para que dejen entrar a estos tíos antes. Porque todo el que quiera entrar en el compound y que no viva o trabaje aquí, no puede, a no ser que avises de que vas a tener visita o que vienen de algún comercio a traerte algo.
    Llegan a las 5 de la tarde. Preguntan que si es aquí donde lo tienen que entregar. Les digo que sí y me
    acercan la aspiradora. Mientras suben el lavavajillas da comienzo mi primera conversación besuguil en este país:
    Charli.-¿Necesitas servicios de fontanería?¿Dejamos el lavavajillas donde lo vayas a poner y lo
               desembalamos?
    Yo    .- No gracias. Podéis dejar el lavavajillas en medio del salón.
    Charli.-¿Segura? Porque lo podemos desembalar, que no nos cuesta nada y ya lo tienes donde
                 quieras.
    Yo    .-No, no te preocupes y déjalo ahí porque tengo que quitar una lavadora para poder meter el
                lavavajillas, pero muchas gracias.
    Charli.-No, pero yo te traigo un lavavajillas, no una lavadora.
    Repetición de esto último (lo mío y lo de él, añadiendo yo que sí que ya sé que él me trae un lavavajillas) 3 ó 4 veces. Hasta que le digo que sí que lo deje en medio del salón que ahí está bien. A lo que el charli todo mosqueado me pregunta por la persona de contacto y le digo que sí que está trabajando. Lo siguiente es que si es mi marido. También le digo que sí. Y me pregunta por su número de móvil. Me acerco porque entiendo que si es ese el número y esconde el papel a la vez que me pregunta cuáles son las 3 últimas cifras. Cuando se las doy, se queda más tranquilo y se va.
  • Instalación: Llamas a los del mantenimiento y les dices que necesitas un fontanero para que te instale un lavavajillas a las 6 de la tarde. A las 8, que terminan su jornada laboral, no sabes nada del fontanero.Llamas al día siguiente por la mañana y aparecen en 5 minutos. El que aparece, lo primero que hace es ir detrás de la televisión y apagar un interruptor que no teníamos la menor idea de para qué servía. Resultó ser el interruptor de la lavadora que estaba situada en la cocina (el tabique en el que está puesto el interruptor es el que separa la cocina del salón). Acto seguido se va a la cocina, saca la lavadora y empieza a quitarle la tapa mientras que yo no entendía qué estaba haciendo y yo sólo queria llevar la lavadora al aseo que tenemos de tendedero. Decido acercarme y cuál es mi sorpresa cuando veo que sale un cable de la pared por entre los azulejos (el que venía del interruptor del salón) y que el otro extremo del cable entraba directamente en la lavadora y ahí estaba enganchado con unas clemas a los cables de la lavadora. Cuando termina de separar el cable de los de la lavadora, se larga y al rato me viene con otro de mantenimiento. Cogen la lavadora con una carretilla y se la llevan al aseo-tendedero, le ponen un cable y me la dejan enchufada. Mientras el primer charli se dedica a poner un enchufe con su interruptor al lado del cable que sale de la pared y lo intenta fijar con un pegote gigante de silicona a los azulejos de la pared para poder enchufar el lavavajillas.
    Durante el transcurso de estos trabajos me dicen que ahora tengo que llamar a un fontanero para que me deje los 2 aparatos instalados. Lo curioso es que era para lo que había llamado y me aparecen 2 electricistas.
    Aparte de decirme lo del fontanero, el primero me dice que no me van a poder instalar el lavavajillas
    porque lo que tengo preparado es una toma de agua fría y que el lavavajillas no funciona con agua fría. A lo que le respondo que sí, que funciona y que el el lavavajillas calienta el agua y limpia los platos muy bien.
    Nueva discusión. Me dice que vale, que si lo quiero en el agua fría, que me lo ponen en el agua fría y que si luego no funciona pues será porque no he hecho caso (a todo esto, no son ellos los que me lo iban a instalar).
    El otro que estaba un poquito más espabilado, se lee las instrucciones y me da la razón.
    Conclusión, en cuanto se van, tengo que llamar al fontanero. Viene al rato. Ya estaba mi marido en casa y yo paso marrón. Le dice dónde tiene que instalar la lavadora. El hombre que llega y ve que no había lavabo donde debería haber uno se bloquea y sale corriendo a pedir permiso para enganchar ahí la lavadora. Aparece al cuarto de hora y la conecta a la toma de agua.
    Y por fin llegamos al lavavajillas. Repetimos lo mismo que con el electricista. Terminamos antes porque ya tenemos buscadas las instrucciones, se las enseñamos y nos la instala en el agua fría.
Y así de fácil y sencillo es arreglar cosas en esta casa. Por supueso, todo esto con mi inglés que está algo falto de vocabulario y con su inglés. Qué miedito da su inglés porque hablan muy pero que muy mal algunos de ellos. Cuesta bastante entender lo que te están diciendo.
Hoy ha tocado cambiar 2 bombillas y revisar por tercera vez el calentador de agua que no para de sonar cada vez que cortan el agua en el bloque porque le entra aire y tiene el purgador tapado con una especie de silicona y parece que tengo un gato moribundo dentro.
Ha sido rápido. He llamado a las 2 y en menos de tres cuartos de hora lo tenía solucionado.
Lo más cachondo ha sido que el charli electricista me ha preguntado de dónde era (y lo que me ha costado entender lo que me ha dicho porque hablaba inglés a ladridos) y cuando le he dicho que de España, me ha contestado (yo diría más que me ha farfullado, no por la intención, sino por la pronunciación) que claro, que así no conseguía entenderme porque no sé cómo ha dicho que hablabamos los españoles. Con un par!!!


Así es la sociedad secreta y así se lo hemos contado.


1 comentario:

Crispal dijo...

Un día nos perdimos intentando llegar al zoco de los perfumes. Después de dar varias vueltas le pregunté a unos pakis la dirección. Tras un rato intentando hacerme entender en árabe en vano me dice uno de ellos: "¡Pero hombre, habla en árabe que así no hay quien te entienda!". Mi orgullo de arabista a la basura en menos de 5 minutos. ;-)