jueves, 31 de diciembre de 2009

Feliz Año Nuevo

Feliz año nuevo desde España. He vuelto y me gusta más que cuándo me fuí. Se aprecia mejor lo que tienes cuando no puedes disfrutar de ello. Lo primero que hice nada más llegar fué tomarme aguita del grifo. Parece una tontería, pero se echaba mucho de menos tomar un agua tan rica como la que tenemos aquí.
Me voy a tomar unas vacaciones de 15 días a base de jamoncito, lomo, chorizo y básicamente comida normal que sabe a lo que tiene que saber.

Os deseo que paséis muy feliz Noche y que el año que viene sea, por lo menos, igual de bueno que este.
Eso no quita que desee que sea mucho mejor.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Tele Charli llama a su puerta

Llamemos Tele Charli a todo repartidor de comida a domicilio en Arabia.
No importa que sea el de la pizza, del restaurante o del bocata del compound, ni que sea de un japonés que está como a 30 Km de aquí y que te trae la comida a casa en aproximadamente 1 hora desde que la pides y al mismo precio que en el restaurante. Vamos, que cenas comidita japonesa como una reina en casa mientras te ves una película por algo menos de 20 eurillos  :D

La cosa funciona de la siguiente forma:
1. Llamas y te entiendes como puedes con el que te coge el teléfono. Tu inglés no es de los mejores de este mundo, pero el del Charli puede ser un auténtico infierno. Haces tu pedido. Cuando es al compound es más fácil porque sólo les tienes que decir cuál es tu apartamento.
Cuando llamas fuera y tienes que dar nombres, puede pasar cualquier cosa. Aunque luego es divertido ver cómo han puesto tu nombre en la factura.

2. Esperas entre 10 minutos y 1 hora, en función de dónde hallas pedido la comida.

2.2. Si has pedido comida de fuera del compound tienes que llamar a la puerta para decirles que van a venir a traerte comida y más o menos a qué hora para que le dejen pasar.

3. Escuchas la puerta del portal y segundos después oyes el timbre de la puerta. Vas a abrir y.....
NO HAY NADIEEEEEEEEEE.
Te sorprende y te asomas por si acaso y....ahí está! El tele charli ha llamado a la puerta , se ha echado a un lado y se ha quedado a metro y medio o 2 metros de la puerta y bien escondido para que no se le pueda ver nada más abrir.

4. Lo ves, saludas, te devuelve el saludo. Y se acerca corriendo a entregarte la comida y, en cuanto la tienes en la mano, sale corriendo de nuevo hasta llegar a su distancia de seguridad. Vamos, que Chiquito de la Calzada al lado de los tele charlis no vale para nada. Se acercan y salen corriendo como alma que lleva el diablo a una velocidad pasmosa. Yo no sé si alguien les pega cuando van a entregar la comida o qué es lo que les ocurre. Pero es un comportamiento muy extraño el que tienen.

5. Pagas y para coger el dinero hace exáctamente lo mismo que en el punto 4. Visto y no visto.

5.1. En caso de no entregarle el importe exacto, se repetirá el punto 5 para recoger las vueltas.

6. Aún alucinando (porque sigue pasando lo mismo aunque vuelva el mismo tele charli todas las veces, que sigue huyendo de la puerta maldita), entras en casa y cenas tu pedido después de despedir al tele charli y que él te devuelva su mejor sonrisa mientras esquiva el campo de fuerza que rodea la puerta de mi casa para salir pitando por el portal para, posiblemente, hacer su siguiente entrega fantasma....

sábado, 26 de diciembre de 2009

Cenando en el árbol de Navidad

A las 2 semanas de estar aquí, mas o menos, me llevaron a cenar al interior del Árbol de Navidad más grande del mundo. De aquella, al no haber llegado la Navidad aún, estaba iluminado en blanco.
Hay varios restaurantes en el árbol. Lo cierto es que los que he visto tienen bastante buena pinta.
Concretamente cenamos en la planta 21. Era un sitio que estaba muy cuidado y pedimos lo típico de ese restaurante. Se llamaba entrecot. No es lo que en España entendemos por entrecot. Eran unos filetillos muy finos y suaves que traían en bandejas calientes y, más o menos, se terminaban de hacer en el rato en el que terminabas de comer los primeros. Lo servían con patatas fritas muy finitas tipo burger y ha sido, creo, la mejor carne que he podido comer aquí.Otra cosa curiosa que tenían es el Champán Saudí. Está hecho con agua con gas y zumo de manzana. En este restaurante le ponen también trocitos de fruta como si fuese una especie de sangría sin alcohol. Estaba rico. Lo ponen de aperitivo con una cremita untable y panecillos.
Me han dicho que hay un restaurante en la bola de la torre y que merece la pena pasarse por él. Pero eso ya será después de las vacaciones de Navidad.

Sin embargo, lo mejor de todo son las vistas por la noche. La verdad es que, por la noche y desde lo alto de un rascacielos, la ciudad es muy bonita de ver. Allá arriba donde no puedes ver toda la basura que no recogen de las calles y ese desorden reinante por todas partes. Espero que os gusten las vistas y que las fotos tengan la calidad suficiente para poder apreciarlas. La torre que se ve en una de las fotos es la Kingdom. Es la segunda torre representativa de Riyadh.






 

Felices Fiestas a todos.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Encuentros en la tercera fase

Mi primera gran experiencia religiosa o encuentro en la tercera fase (porque parecen extraterrestres) sucedió en mi primer viernes aquí. Yo llegué un lunes. Así que llevaba nada y menos en el país.
Quedamos para cenar en un japonés. Al llegar a la puerta me presentaron a 2 expatriados a los que aún no conocía. ¿Y qué hice yo? Pues lo normal. Plantarle dos besos a cada uno. Como toda la vida de dios. Estuvimos hablando un rato de cómo veíamos esto y esas cositas, y procedimos a entrar en la zona de familias.
Eramos Cucanieves y los 7 maromitos. Pero como había una cuca, pues teníamos que entrar en zona de familia.
Subimos, nos ponen una mesa para los 8 y antes de que pudiéramos pedir, nos aparecen 2 motawas que comenzaron a hablar con el del restaurante y a señalarnos.
El del restaurante con cara de resignación y sabiendo que ese día se iba a quedar sin 8 clientes, se acercó a nosotros y nos dijo que en la zona de familias sólo nos podíamos quedar el matrimonio y que los otros 6 se marcharan a la zona de solteros (si hubiese sido al revés, no habría pasado nada). Al ver la situación, decidimos que habíamos quedado para cenar todos juntos y que para eso, pues nos ibamos a buscar otro restaurante donde pudieramos estar juntos. Mientras tanto, unos de los motawas con cara de torta me miraba con una cara mezcla de asco y odio poco agradable y me hacía gestos señalándose tamaña circunferencia que tenía por careto. Pregunté que si me estaba intentando indicar que me cubriera la cabeza y me dijeron que sí.
Pero justo en ese momento, decidimos que nos ibamos y pasé olímpicamente de cubrirme porque nos marchamos del sitio.
Nos entretuvimos en la calle algo más de la cuenta pensando dónde ir y salieron estos payasos del restaurante con ganas de tocar las narices. Después de un rato de discusión entre 2 de los que venían con nosotros que sabían árabe con ellos que decían que me cubriera la cabeza y que no respetábamos sus costumbres, vino un hombre chiquitín que podía ser de la policía secreta y se los llevó. Yo por mi parte, me terminé cubriendo la cabeza a la segunda vez que me lo insinuaron en la calle.

Estos extraterrestres son la motawa: policía religiosa de este país a los que, generalmente, les meten un palo de escoba o de fregona por el culo todos los días antes de salir a patrullar. Ésta es la única forma que tengo de explicarme cómo pueden comportarse del modo en el que lo hacen.
Creo que ya empiezo a distinguirlos bastante bien.
La descripción general que me dieron para localizarlos fue: thob (traje-camisón blanco que llevan los hombres saudís) pesquero y el ghutra (pañuelo saudí) sin el arito negro que suele llevar el resto de los saudís. En invierno, por lo que he visto últimamente, llevan una especie de capa o bata en tonos marrones oscuros o algo por el estilo. No me he querido acercar lo suficiente como para distinguirlo en condiciones. Al margen de la ropa les puedes distinguir por la cara de mala leche y porque parece que están mirando siempre a todas partes para ver a quién pueden dar por saco porque ellos son los guardianes de la virtud en este país. Luchan contra el pecado y la corrupción. Y dependiendo del cretino con el que te cruces, te la puede armar o no.

Últimamente nos los estamos encontrando demasiado por los centros comerciales. Han empezado a aparecer la semana pasada. La teoría es que, ya que está prohibida la Navidad, van a molestar todo lo que puedan para que tus compras sean lo menos agradables posibles.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Ir de compras por Riyadh


Uno de los deportes nacionales femeninos de este país es ir de compras. Básicamente porque es de lo poco que puede hacer una mujer sóla en cuanto a ocio se refiere.
Aquí los centros comerciales crecen como champiñones. Los hay por todas partes. Los hay que son única y exclusivamente para familias (no pueden entrar hombres sólos), hay en alguno de ellos una planta única y exclusivamente para mujeres (que aún no conozco y parece ser que son mujeres las que trabajan en las tiendas) y la inmensa mayoría, si no son todos, los fines de semana sólo permiten la entrada de familias. Durante el resto de la semana pueden entrar también los hombres aunque no vayan con mujeres.

¿Cómo es ir de compras en Riyadh? Pues muy fácil. Se te quitan las ganas de comprar en cuanto te cuentan que no hay probadores. La razón principal que existe para no tener probadores para mujeres (que sí para hombres) es que los dependientes de las tiendas son hombres y, si no hay probadores para mujeres, se evitan que esos hombres tengan la tentación y la posibilidad de ingeniárselas para poder ver cómo se  prueban la ropa las mujeres y, de este modo, protegerlas. Si es que son un encanto!!! Todo el día pensando en nosotras y no hacemos otra cosa nada más que quejarnos!!!

Llegas a las tiendas y tienes que mirar mucho, muchísimo hasta que encuentras cosas decentes que no sobrepasen los límites de la horterada más grande jamás vista. Este tiempo se reduce más que considerablemente si te pasas por Mango,  H&M, Promod y el grupo Inditex al completo.
Una vez que has localizado prendas que te gustan, miras las tallas a ver cuál se puede ajustar más a la tuya.
Compras esa prenda y tienes dos opciones: 
  • Te la llevas a casa, te la pruebas. Si te queda bien, perfecto. Si te queda mal, ya sabes que te toca hacer otra visita al centro comercial para que te devuelvan el dinero o que te la cambien por otra. Para todo ello tienes los plazos en el tiquet de compra.
  • Te vas a los baños de mujeres que suelen tener al lado unos probadores. Si te queda mal, te ahorras otro viaje al centro comercial porque te vas directamente a devolverlo. 
El método que más rápido y efectivo resutla es el segundo. Pero también tiene una técnica avanzada desarrollada por experimentadas expatriadas o cucas descocadas y transmitido a las nuevas generaciones.
Ya os he dicho que aquí se rige todo por los horarios de los rezos. Lo mejor que se puede hacer para ir de compras es llegar después del rezo que ahora mismo termina sobre las 15:15 o, para asegurarte de que las tiendas están abiertas, llegar al centro comercial entre las 4 y 4:15.
A partir de ese momento, veda libre de búsqueda de lo que necesites. Te compras todo aquello que creas que te puede quedar bien (con lo que hay que llevar un pastón encima para que la tarde de compras sea más efectiva) apurando hasta que queden unos 10 o 15 minutos para el rezo.
En ese momento, si vamos varias, nos vamos pitando a por un café para pasar los 20 o 30 minutos de rezo y buscamos la sección de familias para poder tomárnoslo. Pasamos un rato con el café y, una vez pasada la hora del rezo nos vamos a los probadores porque durante el rezo las cucas autóctonas llenan los probadores  para echarse un siestorro, rezar o cualquier otra cosa que podrían estar haciendo en la mezquita femenina en vez de ocupar los probadores. Y a ver quién se atreve a meterse con una cuca ninja o una cuca nazgul, que las carga el diablo...

Lo dicho. Te has tomado el café, vas a los probadores y Superman a tu lado caca. Adquieres +infinito en experiencia en cambio de vestuario. Una vez que has elegido con qué puedes y quieres quedarte, comienza la carrera hacia las tiendas para devolver todo aquello desechado y la recuperación de tu dinero.

Cuando devuelves o cambias una prenda te piden tu teléfono móvil y tu nombre en vez de algo que te pueda identificar de verdad. Lo que hay que hacer en esos casos es dar el teléfono de tu marido y su nombre.
A todo esto, cuando te acercas a los mostradores hay que tener cuidado con las llaves que te pueden hacer las cucas ninja que no saben lo que es esperar su turno o cualquier otro. Da igual que te estén atendiendo a tí. Llega la educada señora, se hace su hueco y planta las cosas encima del mostrador porque ella lo vale.

Si en esa tanda ha habido suerte, te puedes volver a casa tranquilamente o seguir dando una vueltecilla. Y si no ha habido suerte, se repite el proceso anterior. Claro. Luego llegas a casa para el arrastre.

En próximos posts intentaré mostrar los modelitos de fiesta que gastan estas señoras tan discretas. De momento, os tendréis que conformar con una oferta de reyes para todos aquellos que estéis esperando bebes o que acaben de llegar a vuestras vidas. Las cunas más bonitas del mundo. Y eso que cuando hicimos las fotos la tienda estaba cerrada y no hemos podido hacer fotos a algunas que estaban más alejadas y que eran más discretas, si cabe, que estas que a continuación os muestro:
 




domingo, 20 de diciembre de 2009

300

Gracias por los 300 visitors
hu-ha

Cómo cambiar una lavadora de sitio y poner un lavavajillas

Una de las "ventajas" de vivir en un compound, es que cuando se te funde una bombilla (por poner un ejemplo), llamas a los charlis, vienen cuando les da la gana, y te la cambian.

Pero ¿qué tienes que hacer para conseguir instalar ese maravilloso invento denominado lavavajillas en casa?
Vamos por pasos. Esto es como bricomanía pero en moruno: 
  • Compra. Te vas a una tienda y encuentras un lavavajillas LG en tono metalizado y que viene con una aspiradora (también LG) de regalo y que sale más económico que uno blanco que cantaría un poco menos en tu cocina. Les dices que si te lo pueden llevar al día siguente a las 6 que es cuando llega tu marido a casa y así se apaña él con los transportistas de turno porque el día siguiente es tu segundo día en el país y aún no sabes ni donde estás.
  •  Recogida. Llaman de la tienda a las 4 de la tarde para decirte que no, que llegarán de 5 a 5:30 y que es imposible retrasarlo hasta las 6. Tengo que buscar a ver si acierto con el número de teléfono de los de la puerta para que dejen entrar a estos tíos antes. Porque todo el que quiera entrar en el compound y que no viva o trabaje aquí, no puede, a no ser que avises de que vas a tener visita o que vienen de algún comercio a traerte algo.
    Llegan a las 5 de la tarde. Preguntan que si es aquí donde lo tienen que entregar. Les digo que sí y me
    acercan la aspiradora. Mientras suben el lavavajillas da comienzo mi primera conversación besuguil en este país:
    Charli.-¿Necesitas servicios de fontanería?¿Dejamos el lavavajillas donde lo vayas a poner y lo
               desembalamos?
    Yo    .- No gracias. Podéis dejar el lavavajillas en medio del salón.
    Charli.-¿Segura? Porque lo podemos desembalar, que no nos cuesta nada y ya lo tienes donde
                 quieras.
    Yo    .-No, no te preocupes y déjalo ahí porque tengo que quitar una lavadora para poder meter el
                lavavajillas, pero muchas gracias.
    Charli.-No, pero yo te traigo un lavavajillas, no una lavadora.
    Repetición de esto último (lo mío y lo de él, añadiendo yo que sí que ya sé que él me trae un lavavajillas) 3 ó 4 veces. Hasta que le digo que sí que lo deje en medio del salón que ahí está bien. A lo que el charli todo mosqueado me pregunta por la persona de contacto y le digo que sí que está trabajando. Lo siguiente es que si es mi marido. También le digo que sí. Y me pregunta por su número de móvil. Me acerco porque entiendo que si es ese el número y esconde el papel a la vez que me pregunta cuáles son las 3 últimas cifras. Cuando se las doy, se queda más tranquilo y se va.
  • Instalación: Llamas a los del mantenimiento y les dices que necesitas un fontanero para que te instale un lavavajillas a las 6 de la tarde. A las 8, que terminan su jornada laboral, no sabes nada del fontanero.Llamas al día siguiente por la mañana y aparecen en 5 minutos. El que aparece, lo primero que hace es ir detrás de la televisión y apagar un interruptor que no teníamos la menor idea de para qué servía. Resultó ser el interruptor de la lavadora que estaba situada en la cocina (el tabique en el que está puesto el interruptor es el que separa la cocina del salón). Acto seguido se va a la cocina, saca la lavadora y empieza a quitarle la tapa mientras que yo no entendía qué estaba haciendo y yo sólo queria llevar la lavadora al aseo que tenemos de tendedero. Decido acercarme y cuál es mi sorpresa cuando veo que sale un cable de la pared por entre los azulejos (el que venía del interruptor del salón) y que el otro extremo del cable entraba directamente en la lavadora y ahí estaba enganchado con unas clemas a los cables de la lavadora. Cuando termina de separar el cable de los de la lavadora, se larga y al rato me viene con otro de mantenimiento. Cogen la lavadora con una carretilla y se la llevan al aseo-tendedero, le ponen un cable y me la dejan enchufada. Mientras el primer charli se dedica a poner un enchufe con su interruptor al lado del cable que sale de la pared y lo intenta fijar con un pegote gigante de silicona a los azulejos de la pared para poder enchufar el lavavajillas.
    Durante el transcurso de estos trabajos me dicen que ahora tengo que llamar a un fontanero para que me deje los 2 aparatos instalados. Lo curioso es que era para lo que había llamado y me aparecen 2 electricistas.
    Aparte de decirme lo del fontanero, el primero me dice que no me van a poder instalar el lavavajillas
    porque lo que tengo preparado es una toma de agua fría y que el lavavajillas no funciona con agua fría. A lo que le respondo que sí, que funciona y que el el lavavajillas calienta el agua y limpia los platos muy bien.
    Nueva discusión. Me dice que vale, que si lo quiero en el agua fría, que me lo ponen en el agua fría y que si luego no funciona pues será porque no he hecho caso (a todo esto, no son ellos los que me lo iban a instalar).
    El otro que estaba un poquito más espabilado, se lee las instrucciones y me da la razón.
    Conclusión, en cuanto se van, tengo que llamar al fontanero. Viene al rato. Ya estaba mi marido en casa y yo paso marrón. Le dice dónde tiene que instalar la lavadora. El hombre que llega y ve que no había lavabo donde debería haber uno se bloquea y sale corriendo a pedir permiso para enganchar ahí la lavadora. Aparece al cuarto de hora y la conecta a la toma de agua.
    Y por fin llegamos al lavavajillas. Repetimos lo mismo que con el electricista. Terminamos antes porque ya tenemos buscadas las instrucciones, se las enseñamos y nos la instala en el agua fría.
Y así de fácil y sencillo es arreglar cosas en esta casa. Por supueso, todo esto con mi inglés que está algo falto de vocabulario y con su inglés. Qué miedito da su inglés porque hablan muy pero que muy mal algunos de ellos. Cuesta bastante entender lo que te están diciendo.
Hoy ha tocado cambiar 2 bombillas y revisar por tercera vez el calentador de agua que no para de sonar cada vez que cortan el agua en el bloque porque le entra aire y tiene el purgador tapado con una especie de silicona y parece que tengo un gato moribundo dentro.
Ha sido rápido. He llamado a las 2 y en menos de tres cuartos de hora lo tenía solucionado.
Lo más cachondo ha sido que el charli electricista me ha preguntado de dónde era (y lo que me ha costado entender lo que me ha dicho porque hablaba inglés a ladridos) y cuando le he dicho que de España, me ha contestado (yo diría más que me ha farfullado, no por la intención, sino por la pronunciación) que claro, que así no conseguía entenderme porque no sé cómo ha dicho que hablabamos los españoles. Con un par!!!


Así es la sociedad secreta y así se lo hemos contado.


sábado, 19 de diciembre de 2009

Qué comer por aquí

Como todos sabemos, la religión mususlmana prohibe comer productos procedentes del cerdo y alcohol.
Y cuando empiezas a cocinar aquí, te das cuenta de cuánto echas de menos al hermoso gorrino español. Le escribiría un poema, pero va a ser que la poesía no es lo mío.
Nada más llegar, empiezas a probar la comida que hay por aquí y todo adquiere un regustillo concreto. Es el sabor moruno. Y resulta complicado encontrar algo que no lo tenga. Es ese sabor que permanece durante más tiempo del deseado y que le da un toque a la comida tal que llegarías a matar por un buen plato mediterráneo.
Compras comida por ahí y te las puedes ver y desear hasta que encuentras algo que te sepa rico. Y si lo encuentras, llévate todo el que puedas porque es tremendamente probable que te cueste volver a encontrarlo la próxima vez que vuelvas a por eso en concreto o que desaparezca para siempre.
Nunca he mirado tanto las etiquetas de dónde ha sido envasado cada producto como cuando vine para acá.

La comida, en rasgos generales, se puede clasificar con las siguientes calidades:

Carne: suele ser más bien mala. Esa ternera de asilo que, aunque la cocines poco, está más dura que un cuerno. Ese cordero que ya creció hace tiempo, tanto tiempo que ni siquiera recuerda cuándo fue lechal... También puedes encontrar camello. No lo he probado directamente, pero es la carne que uso para las lentejas porque tiene un poquito de grasa.
Verduras: son como de juguete. No tienen mala pinta, pero saben a nada, absolutamente nada. Me ha llamado la atención especialmente el tamaño de los calabacines y de los pepinos. Es como si se hubieran cambiado las tornas con los tamaños que hay en España. Los pepinos son muy grandes, mientras que los calabacines tienen tamaño de juguete. También hay una buena variedad de verduras que no había visto en mi vida y que, algún día intentaré probar y ya os contaré qué tal saben si me entero de cómo cocinarlas.
Legumbres y cereales: Todo lo que quieras y en el tamaño que quieras. Que quieres 30 Kg de arroz en el carrefour, los tienes sin problemas. Hay un pasillo enorme dedicado al arroz. Todo tipo de arroz en tamaño gigante. Respecto a los garbanzos, lentejas, judías y demás, tampoco hay problema en encontrarlos y en tamaños un poco más asequilbles.

Ahora viene lo dificil. Y para ello pondremos un ejemplo muy sencillo: quiero hacer unas lentejas de las de toda la vida de dios. Parece sencillo, pero no. Te faltan la mitad de los ingredientes.
Las lentejas no hay mucho problema. Las tienes naranjas, más amarillas, las marrones grandes y al fin, consigues encontrar las chiquitinas marrones que son las que me gustan.
El aceite de oliva español también encuentras sin problemas (Rafael Salgado),. No es como el de casa, pero no está mal.
El laurel, no hay problema. Las patatas y la cebolla tampoco.
El problema lo encontramos con el pimentón, el chorizo y el tocinillo. Pero esto lo solucionaremos de la siguiente forma:
Pimentón: mezclamos paprika con Chilli cachemira powder (que no sé si está bien escrito, lo que sé es que pica que puede matar a cualquiera y no estoy exagerando nada de na). La paprika es demasiado dulce y lo otro es demasiado picante y, como no eres capaz de conseguir un pimentoncito tipo español ni de broma, pues con la mezcla sales del paso bastante airosamente.
Tocino: buscas o te buscan una carne de camello que viene cortada en trozos relativamente pequeños y que tienen algo de grasa. Con lo cual, ya tienes la carne cocida y el "tocino" todos juntos.
Y por fin, el añorado chorizo: peperoni o salami del que se echa a las pizzas del que os dejo un documento gráfico.


Al final quedan bastante decentes. Pero aún así, se echan mucho de menos las lentejas de la Mamma.

Y si sales a comer por ahí, tienes restaurantes de muchas partes del mundo. Los que mas abundan son las sawarmerías, que son como los kebap pero en tamaño más pequeño y les meten hasta patatas fritas. Están muy ricos, he de decir en su defensa. Los restaurante americanos también abundan bastante (suplen el típico y más usado por nosotros bacon de cerdo por el de ternera) y luego te encuentras italianos, indios, pakistaníes..
También se puede ir a algún restaurante más típico de estas tierras. Estuvimos en uno que tenían ambientado como si cada cuarto fuera el interior de una jaima en el que colocaban un hule en el suelo, encima de la alfombra, y comías sentado en unos cojines en el suelo. La comida bastante buena, aunque la variedad escasa en el sentido de que casi todo es arroz con algo.



Y todo esto a 11 días de catar las deliciosas viandas navideñas.....

jueves, 17 de diciembre de 2009

Ya es Navidad en Arabia

Aquí no tenemos al corte inglés para decirnos cuando es primavera, verano, otoño, invierno o, incluso, Navidad.
Aquí, supuestamente no hay Navidad. Está prohibida cualquier otra religión que no sea la musulmana  con todo lo que ello conlleva.

Lo que ellos no saben es que les han colado cosas típicas Navideñas hasta en la sopa. Para muestra un botón: tienen el árbol más grande que he visto en mi vida.

A esta gente se la han colado pero a base de bien. Este árbol es una de las 2 torres más significativas que tiene Riyadh: Faisaliah.
Foster se la jugó a quien se la encargó cuando la diseñó. Seguro que ya sabía que, como esta gente tiene una especial fascinación por iluminar todo, que la querrían iluminar entera y con los colores patrios. Resulta que el color patrio de Arabia es el verde. Vamos que blanco y en botella: árbol gigante de Navidad que se han comido en todo el centro de la ciudad.

La navidad se aprecia más por el centro de la ciudad. Con las palmeritas iluminadas, velas en las farolas (de este en concreto aún no he conseguido documento gráfico. Una pena), copos de nieve y seguro que muchas más que aún no he conseguido ver aún.




En las tiendas de ropa también puedes encontrar gran variedad de motivos navideños. Y mi pijama es un ejemplo de ello. Tiene un perro disfrazado de reno, otro enredado en luces navideñas y otras 3 variedades con bola de navidad, dulces en forma de bastón y el último con un lazo. Y me lo compré aquí.



Así que con mi pijama me despido y de paso os deseo a todos MUY FELIZ NAVIDAAAAAD!!!
Ya sé que es con un poco de antelación, pero como podéis ver, aquí ya llevamos un tiempo viviendo a tope la Navidad.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Movilidad

Para ir a cualquier sitio una mujer sola necesita a un hombre en cualquiera de estas 4 formas legales:

1.- Tu marido. Esto te limita a salir de casa cuando el pobre llega después de su jornada de trabajo.

2.- Chófer personal o de empresa. Contratado por tu marido o por su empresa para que las esposas de los trabajadores tengan movilidad cuando sus maridos están trabajando.

3.- Conductor de autobus del compound donde vives. Si tienes la suerte de vivir en un compound (urbanización cerrada y vigilada por el ejército de la que hablaré más extensamente en otro post) tienen sus propios minibuses y todos los meses te dan un cuadrante con los sitios donde te llevarán durante ese mes. Suelen ser centros comerciales o supermercados. De este modo, sólo tienes que ver a qué centro comercial te apetece ir, subirte en el autobus, te sueltan en una puerta del centro comercial y te recogen a la hora que toque. Dato importante que se me olvidaba. Las lunas de todas las ventanillas menos la del conductor y la delantera son tintadas o tienen unas cortinas que llamarlas feas es poco para evitar que los coches que van alrededor del autobus se crucen como locos, peguen frenazos o intenten ponerse a la par del bus para intentar ver a las mujeres que van dentro. Estas cortinas sirven para proteger a las mujeres y evitar accidentes de tráfico. Si consigo alguna foto de este tipo de cortinas la colgaré aunque sea con retraso. El otro día se me escaparon sin foto unas cortinas de terciopelo azul con borlas doradas, algún simulacro de pedrería fucsia y verde que no tenían desperdicio, pero iban más lentos que nosotros en un atasco. Una pena. Sé que os hubiera encantado.

4.- Taxi. Nunca he cogido ninguno, pero creo que es todo un reto. Si tienes que coger uno, lo mejor es que sea del compound donde vivas o donde estés de visita. Son algo más caros, pero te quitas de problemas.
Si estás en la calle y tienes que coger uno, empieza la nueva odisea. Tienes que hacer lo siguiente:
    -Que no sea saudí. Si decide hacerte una jugarreta como pedirte 3 ó 5 veces más del valor de la carrera,
      él tendrá siempre la razón.
    -Que sepa hablar inglés. Para esto no hay que preguntarle si sabe hablar inglés, sino que hay que intentar
      mantener algo parecido a una conversación porque si le preguntas algo, él te puede decir yes sir y puede
      ser lo único que sepa decir. También pude que sólo sepa regatear en inglés y decir yes sir. Con lo que te
      la podría jugar igualmente.
    -Que sepa llegar al sitio al que quieres ir.
    -Pactar el precio de la carrera.
Vamos, como para tener prisa...
Para aquellas mujeres que sí hallan cogido taxi en este país: Si hay algo que no sea cierto o podáis enriquecer algo más lo que he puesto aquí, por favor, me lo decís y lo modifico o directamente lo agregáis en comentarios.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Los rezos

Si no recuero mal, esta gente tiene 5 rezos al día.
El primero es al amanecer (que viene siendo a eso de las 5 o 5:30 de la mañana)
El último es una vez que ha anochecido (a la misma hora pero de la tarde)
Por medio tienen los otros rezos.
¿Qué tienen de particular en este país que no lo tiene en otros un poquito más tolerantes y abiertos?
Pues que aquí, cuando es la hora del rezo, el país se paraliza prácticamente entero. Es decir, 4 veces al día, todos los comercios, restaurantes, etc, se cierra y así permanecen hasta que pasan unos 20 o 25 minutos y termina la hora de ese rezo determinado.
Las horas de rezo varían en función de los ciclos solares. Va variando según la fecha en la que estés. Incluso venden tablas de las horas de los rezos.
Hay una particularidad. No tienen bastante con paralizar el país durante esos momentos, sino que, después de la hora del rezo que se acerca más al medio día (creo que ahora es a las 11:30 de la mañana) todas las tiendas permanecen cerradas hasta que termina el siguiente rezo (hasta las 15:15). La ventaja es que luego los centros comerciales cierran a las 11 de la noche. Lo malo es si tienes que ir a comprar algo por la mañana. Abren a las 10 y ahora te cierran en hora y media.
Empiezas a oir por toda la ciudad los cánticos (alguno de ellos parece que están hablando en balleno) por los altavoces de las infinitas mezquitas que existen y ya sabes que la has liado.
Tu vida gira en función de los horarios de los rezos. Lo mejor que puedes hacer es, si tienes que ir a comprar por la tarde es salir un poco antes de media hora de casa para llegar al centro comercial de turno para poder entrar en el carrefour o similiar y, si en esa temporada no se les cruzan los cables, te quedas comprando durante ese tiempo y, en cuanto abren de nuevo, pagas y sales antes y sin esperar colas.
También te puede pillar camino de algún sitio. Ahí si que la has liado.
Parece lógico que en las horas de los rezos no circulen demasiados coches porque la gente debería estar rezando. Pues no. Aquí pasa todo lo contrario. En las horas de los rezos es cuando se montan los atascos más monumentales porque se supone que si están in itinere no tienen porqué rezar. Aunque ya he visto a alguno rezando con el coran en el coche (Así llevaba el coche la joyita)

Periodo de adaptación

Llegas aquí con 2 horas de diferencia respecto a España (eso ahora, en cuanto se cambie ahí la hora, sólo habrá una horita de diferencia). Llegas destrozado del viaje y entonces empiezas a recordar lo que es dormir.
Las primeras 3 semanas daba igual a qué hora me fuera a dormir, que no era capaz de despertarme antes de las 11:30 o 12 de la mañana sin un despertador de por medio (y he de recordar a todos aquellos que pueden dudar de ello que llevaba un añito levantándome sola a las 9 de la mañana sin despertador ni nada, por muy extraño que pueda sonar en una marmota de mi categoría).
Este país te cansa de una forma que jamás imaginé. Hay quien dice que hay menos oxígeno y que la primera o las primeras semanas cuando llega alguien aquí está especialmente cansado.

También todo lo que ves es nuevo. Yo decidí tomarme todo un poco a broma. Esos fantásticos mecanismos de defensa que somos capaces de desarrollar. Te pasas las primeras semanas de marujilla en casa hasta que llega tu macho ibérico (snif, snif, quiero un poquitín de jamón) para que te saque de casa. Aquí las mujeres no podemos conducir. Aunque casi terminaría antes diciendo lo que pueden hacer por sí solas las mujeres en este país: nada o muy, muy poco.

Las 2 primeras semanas te dedicas a dejar la casa un poco más hogareña porque sabes que vas a pasar mucho tiempo en ella, a no ser que te organices bien y esto se haga más llevadero. Lo de hacer la casa un poco más hogar consiste en que tu marido venga de trabajar y te dediques a ir a Ikea, Carrefour, Debenhams y otras tiendas donde encuentras lo básico y comprar y comprar y comprar... Todo eso jugando con los rezos.

Luego te presentan a otras fantásticas cucas descocadas que te empiezan a enseñar cómo sobrevivir en este país siendo mujer sin morirte del asco en casa esperando a que venga tu marido para poder salir de casa.
Digo tu marido, porque en este país (en teoría) no puedes ir por la calle con un hombre que no sea tu padre o tu marido. Te arriesgas a que venga alguien que te pida los papeles y si no estás en una de esas situaciones, os pueden llevar a los 2 a la carcel.



domingo, 13 de diciembre de 2009

Primeras impresiones

Y qué impresiones!!!!
Llegas después de 8 horas y media volando más el tiempo de espera en cada aeropuerto y transbordos. Eso sin contar que, aunque parecía que ya no estabas nerviosa por el viaje, esa santa noche duermes la friolera de 4 horitas.
Lo bueno es que en el viaje iba muy bien acompañada por el Sr. Crispal y así no me tuve que preocupar mucho de dónde tenía que ir para llegar al siguiente avión y que me aguantó todo el viaje haciendole preguntas nada inteligentes que, a veces, hasta me respondía yo solita cuando me ponía a pensar o algo parecido.

Lo dicho. Llegas a este hermosísimo país de noche y con los antecedentes que cuento ahí arriba. Ves lucecitas, el aeropuerto parece bonito. Te pones el uniforme cucarachil para evitar tener problemas con nadie que se ofenda demasiado por verte vestida (si es que somos todas unas desvergonzadas que vamos vestidas por ahí y ni siquiera nos preocupamos por los sentimientos de esta gente...). Mi guía me lleva directa a por las maletas. Al lado de las maletas encuentro un baño y me lanzo de cabeza!!! (lo de los baños merece una entrada sólita para ellos).
Entro en baño. Apesta a algo que no consigo localizar. Está inundado. Me encantan los baños del aeropuerto.
Cogemos maletas y las tenemos que pasar por la cinta de los rayos. Los hombres que están donde la cinta me miran como si fuera una extraterrestre. Parece ser que eso de ver a una mujer cogiendo su propia maleta y subirla a la cinta y después bajarla no se suele ver demasiado por aquí.

Siguiente fase: salir del aeropuerto con control de pasaportes. Tuvimos suerte porque Crispal se acercó a preguntar si me tenían que tomar las huellas, nos dijeron que no y directamente salimos por el control donde no había que esperar una cola inmensa para salir. Cosa que sí había en el resto de puestos donde te dividen entre occidentales, locales y pijamillas o similares (pakistaníes, indios, banglas....).

Lo siguiente fue pasar la última puerta. Impresionante. Toda la barra que delimita la zona de espera llena de pijamillas apiñados y mirando con una cara que daba miedito.

Tras esa experiencia fantástica, ya por fin caras conocidas de marido y amigos que nos vinieron a recoger, nos llevaron a casa donde otro amigo nos tenía preparada una cena fantástica y me habían traido una tarta gigante y muy rica de bienvenida que nos duró 2 semanas.

Al día siguiente pasamos a visión diurna. Todo lo bonito que ves por la noche se transforma inmediatamente en: ¿Cómo? ¿Si yo no sabía que en este país estuvieran en guerra??
Esta ciudad es la viva imagen del desorden más absoluto. Está todo lleno de escombreras. Da igual que estés a las afueras o en todo el centro. Te encuentras solares que parece que han bombardeado. Todo lleno de obras. Las carreteras sin cuidar. Edificios nuevos y modernos al lado de otros más antiguos que han llenado de luces de neón hasta límites insospechados. Carteles descomunales. Esta gente no tiene la más remota idea de que existe una cosa que se llama urbanismo. Y como todo es desierto, la limpieza también brilla por su ausencia. Todo lleno de arena, basura y todo lo que te puedas imaginar. Si no recuerdo mal, el estado no se dedica a construir aceras, con lo cual, si alguien quiere hacerse una, se la hace como le da la gana, y si al de al lado le da por hacerse otra, pues puede ser completamente distinta.
Solo he visto algunas calles principales en las que está todo más cuidado. Hay aceras, todo tiene más o menos algo parecido a estilo y se guarda una especie de estética. Pero claro, aún me queda mucho que ver y que contar.
Creo que termino por hoy y os libero que esto ha quedado muy largo y un tanto empantanado (como la ciudad entera).

sábado, 12 de diciembre de 2009

Definición de Cuca

Cuca: Dícese de toda mujer que vive en Arabia Saudí.
La razón principal de dicha definición es que toda mujer que vive en este país ha de ir vestida de negro.
Si no me han informado mal, todos deben vestir igual porque así ninguno es más que otro a los ojos de su dios, con lo que se puede observar que estamos en un país tremendamente tolerante y que respeta hasta límites insospechados la igualdad.
Es decir, igual da que seas de aquí o de la conchinchina: si eres mujer, vas de negro y punto pelota.

Dentro del movimiento cuca tenemos varios grados:

1 .- Cuca descocada: Mujeres principalmente no musulmanas de cualquier parte del mundo. Este tipo de cuca lleva la cabeza descubierta. Tiene que llevar la abaya (que básicamente es una bata negra que va cerrada con corchetes o con botones) y, por si te encuentras con la policía religiosa (Mutawa), un velo en el bolso o colgado del cuello para cubrirte la cabeza si estos señores tan amables te lo solicitan con una amabilidad exquisita.

2  .- Cuca media: Mujeres musulmanas de este país y de otros a las que sus comprensivos y maravillosos esposos o padres les permiten ir enseñando la cara y únicamente tienen que cubrirse cabello y cuello.

3  .- Cucas Ninja: Mujeres musulmanas de este país y de otros a las que sus esposos y padres les gusta llevarlas como guardaespaldas. Estas mujeres están entrenadas para matar y son altamente peligrosas (de hecho debemos dar gracias de que las miradas no maten porque si no, quedarían pocas cucas del grupo 1 danzando por el país). Para despistar, llevan el mismo atuendo que los dos grupos anteriores. Sin embargo, no hay que confiarse. Este peligroso grupo sólo muestra los ojos y va caminando detrás de su marido para poder protegerlo en cada momento.

4  .- Cuca Nazgul: Dícese de la cuca Ninja a la que ni siquiera se le ven los ojos. Parece una bolsa de basura gigante que camina sola.

Hemos de decir en este punto, que seguro que hay un porcentaje no especialmente bajo de cucas de las variedades 2, 3 y 4 que están orgullosas de llevar su uniforme y que no lo hacen porque les obligue su esposo o padre sino porque están convencidas de que para ellas es lo mejor y así continúan con sus tradiciones. Esto me parece estupendo para ellas y lo siento mucho por todas aquellas que son cucas por obligación y de por vida.

Intentaremos en próximas entradas conseguir fotos de los diferentes estilos de abayas que hay por aquí para que os podáis hacer a la idea. Lo cierto es que las hay muy bonitas.
La dificultad será poder conseguir fotos de los últimos grupos porque como no sean robadas, no les gusta nada que les hagan fotos.

Espero que disfrutéis del blog y que yo sea capaz de contar lo que veo por aquí de la mejor forma posible.