domingo, 6 de marzo de 2011

Dientes de tiburón y Rosas del desierto. Parte I

En ésta divinidad de país, de vez en cuando, hay que intentar desconectar como sea.
Es más fácil durante el primer año, cuando todo  te parece nuevo. Luego, también te cansas de ir al desierto y de hacer siempre lo mismo. Como dicen algunos amigos por aquí, las cien primeras veces está muy bien, luego cansa.

Hace unos fines de semana nos fuimos en busca de dientes de tiburón y de rosas del desierto.
La excursión se podría hacer en un día entero si madrugas muchísimo, pero te puedes pegar la paliza de tu vida, así que, siguiendo con la tradición de cuando te vas a buscar rosas del desierto, haríamos noche en un hotel.

El plan era irse por la autopista que va hacia Damman. Tuvimos una avanzadilla que llegó como 2 horas y media de que llegáramos el resto a la zona donde se podían encontrar dientes de tiburón y otros pequeños fósiles marinos. La avanzadilla se encargó de llegar al lugar e inspeccionar la zona para ver dónde se podían encontrar más. El paraje es como una especie de laberinto de montañas bajas todas de roca y nada de vegetación en mitad del desierto. Te sorprendía encontrar que, en algunos valles, crecía bastante vegetación pero muy baja. Es como si hubiera una especie de musgo en zonas del valle. Bastante curioso.


Estábamos ya al lado de los de la avanzadilla. Incluso los llegamos a ver desde una de las montañas y, aún así, nos costó algo más de lo que pensábamos llegar al valle donde estaban. 

Cuando al fin nos encontramos, nos pusimos manos a la obra los que llegábamos en ese momento. En busca del diente de tiburón. Un compañero cree que hay tantos en la zona porque debía ser todo una especie de laberinto de agua, porque donde se encuentran es en la zona de las faldas de éstas montañas, y que debía de estar plagado de tiburones que se ponían las botas porque quizás fuera una zona de paso de muchos animales y eso les supondría comida fácil. Puede ser por eso, como por otras razones... Eso no sé si lo sabremos algún día o no.
Pues bien, éstos son algunos de los ejemplares que encontraron los chicos.




Y digo encontraron, porque yo no fui capaz de encontrar ni uno. Lo que sí encontré y porque casi lo piso, fué al gecko más grande de los que había visto por la zona hasta el momento. El tío era cachondísimo, porque parecía que posaba para las fotos y dejaba que lo acariciara, en vez de salir corriendo. 


Y de verdad, que eso era una caricia


Y tras la recolección de los dientes y de haber comido algo, salimos camino del hotel que estaba en Half Moon Bay, y de camino, pasamos por Isengard, donde los Uruk Hai estaban trabajando a destajo


E incluso pudimos ver de lejos el monte del destino


Pudimos parar al lado de Isengard a echar gasolina, pero habían decidido que los orcos no sirven para echar gasolina porque no saldrían muy rentables ya que la gente saldría pitando en cuanto los vieran, así que tenían contratados a unos charlis, eso sí, no se han dejado mucho dinero en cambiar los surtidores del año de Mari Castaña.



Camino del hotel, tuvimos un pequeño ataque de esos que se sufren por éstas tierras. El camino que conocíamos estaba cortado por obras. En éste país, cuando van a hacer obras, cortan por lo sano. No te dejan un carril para que circules con precaución o similar. No, aquí si cortan, cortan. Nos tuvimos que dar una buena vuelta bastante maja siguiendo algún que otro cartel bastante separados entre sí que indicaban el camino al hotel. Esto sirvió para que descubriéramos porqué los saudis van conduciendo tan rápido: es para llevar a sus mujeres a un cuarto de baño decente. Doy fe. 
Yo, personalmente, no tengo narices a meterme en un baño de mujeres (aparte de que tampoco me he molestado en buscarlos nunca) de una zona de gasolinera de carretera. Tengo suficiente con ver el estado general de las gasolineras y de todos los locales que hay alrededor (en los que creo que no pueden entrar mujeres ni a comprarse algo para comer, vamos, que se quedan en el coche y se esperan a que sus maridos, padres o hermanos les traigan algo). 
El paraíso para viajar una mujer y peor debe de ser para una que no aguante ni 2 horas sin ir al baño.
Otro pequeño problema: cuando era pequeña y había una urgencia, mi señor padre paraba en el primer sitio en el que podía, se abría la puerta del copiloto y la de detrás y ahí hacías tu pisito. Aquí ni de broma. No porque no puedas parar, no. Es porque la mayoría de los expatriados vamos con un todo terreno. No puedes realizar esas prácticas tan saludables de cuando éramos pequeños en una urgencia tremenda porque no te tapa el coche... Aún así, me parece que aunque me tapara el coche, yo me ahorraría mucho el usar ese método en éste país aunque sea noche cerrada.

Por fin llegamos al hotel (en el que ya estuvimos el año pasado) y en el que se permitía ir sin abaya (bata negra que da el apelativo de cuca a toda mujer que vive en este tierno y hermoso país). El año pasado había unas cuantas mujeres que no la llevaban y no recuerdo haber visto ni a una sóla cuca ninja. Para mi sorpresa, todas las cucas que había por ahí a la hora de la cena, eran ninja y alguna que otra cuca común que, aparte de la abaya, llevaba sólo el pañuelo en la cabeza, pero no la cara tapada. Yo era la única cuca descocada del lugar, así que pregunté si estaba permitido ir sin abaya, a lo que me respondieron que sí, que dentro del recinto del hotel no había ningún problema. Dejé de ser la única cuca descocada para pasar a ser la única descocada de todo el hotel que no llevaba abaya. Te agrada ver que, aunque el resto la llevaba puesta, no te miraba de arriba a abajo y que estaban tranquilas y a lo suyo.

Cuando llegamos, no tenían todas las habitaciones que habíamos pedido. Así que nos dieron una para mi marido y para mí, y al resto los realojaron en villas, pero al mismo precio que si hubiéran tenido las habitaciones. No sin haber intentado meter a unos cuántos más de lo recomendable por villa (vamos, que había que intentar ahorrarse todo lo posible por parte del hotel). Al final consiguieron que, como mucho, pusieran una cama supletoria por villa. Cenamos y prontito a la cama, que el día había sido muy largo, sobre todo para los que habían trabajado esa mañana.

Continuará ......................

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