Me han llamado hace cinco minutos desde un número que no conocía.
No sé si os lo he comentado alguna vez. En éste maravilloso país donde la libertad brilla por su ausencia y donde los hombres lo más que ven de una mujer es la cabeza con pelo y todo de las cucas descocadas como yo, o algún pie que otro o mano, pues los pobres tienen que estar más salidos que el pico de la mesa.
Y es algo que me parece totalmente normal. Que, ante tanta represión, aquel que no esté casado tenga que explotar por algún lado.
Pues bien, la forma de intentar tener algo parecido a contacto con mujeres es el móvil.
Los métodos más usados son el bluetooth (se envían mensajitos. Si estás en algún restaurante y te lo dejas activado, lo más probable es que te llegue algún mensaje en plan romántico o similar), lo más probable es también que tengan una blackberry o un iphone y con éstos móviles que se dediquen a hablar por medio de mensajes instantáneos con cualquiera que esté por ahí. Eso lo puedes ver perfectamente cuando hay un grupito de mujeres jóvenes comiendo o cenando por ahí que están todas cuchicheando y riéndose mientras miran y escriben en el móvil.(que aunque tengan que estar en la sección de familias, se pueden comunicar por medio de sus móviles con la zona de solteros).
La otra forma de intentar hablar con mujeres es jugar a la lotería y marcar números de teléfono hasta que des con una para hablar con ella.
Al principio, cuando recibía las primeras llamadas, me entraba la risa, porque cuando llamaban y yo ponía mi mejor voz de machote, no era capaz de concentrarme en ser tanto macho y decirles que se habían equivocado, así que hacía extraños sonidos como si fuera gangoso, se asustaban y colgaban.
Otros, en la época de Ramadám, te llamaban a eso de las 4 de la mañana.
Solución: móvil en silencio todas las noches. Si el cretino era insistente, se le llama en la hora del rezo para que pase un poco de vergüenza y que cuelge y, cuando consigues conectar con él a horas normales, se pone tu marido al teléfono y le dice 3 lindezas en español y se terminan las llamadas por una buena temporada (si es un cretino intergral, porque éste en concreto volvió a intentarlo un par de meses más tarde) o para siempre si no tiene ganas de tocar las narices y ha visto que a ese móvil responde un hombre.
Todo ésto es también aplicable a mujeres. Al menos lo de las llamadas. Luego ya no sé si tienen tanta mala leche como algunos de los hombres. No he sufrido a ninguna que me llamara más de una vez.
Hoy ha sido la primera vez que he mantenido algo parecido a una conversación de besugos con la joyita queme ha llamado. He visto un número desconocido. Creo que llega un momento en el que es mejor responder, porque si no, intentan localizarte a cualquier hora a ver quién les responde.
He respondido con mi mejor voz de Carmen de Mairena con un haló.
El haló se puede repetir hasta 10 veces seguidas o más. No es coña. Pareces un loro de repetición. Así que decidí cortar con el haló. Le pregunté que quién era. El otro no sé qué me decía. Luego me preguntó que si hablaba árabe, a lo que respondí que no. Creo que no conseguí que me dijera quién era. Tras un rato más de besugueces, va y me pregunta que si soy hombre o mujer. Me he tenido que hacer el ofendido y decirle que por supuesto que era un hombre y que si se estaba pitorreando de mi voz. Y el tío éste me lo ha vuelto a preguntar como 5 veces. Ya le dije que si quería hablar con una mujer, que mi esposa no estaba en casa y que, por supuesto que no iba a hablar con él.
Y se pone a preguntarme que si tengo esposa!!! Como si le fuera a dejar hablar conmigo misma en modo voz normal. En fins.
Yo, por mi parte, decidí empezar a decirle que si él era una mujer para ver si salía por otro lado, pero no, son insistentes y recurrentes hasta la saciedad. Les dices que se han equivocado de teléfono y tampoco hacen el más mínimo caso.
La conversación podría haber durado siglos y lo único que habríamos dicho era:
Él:- ¿Eres hombre o mujer? Quiero hablar con una mujer
Yo:- Soy mucho macho. Llama a otro número.
Al final le he colgado diciéndole ésto último con voz de muy ofendido porque creía que era una mujer y que, si quería hablar con una mujer, que llamara a otro número y me dejara tranquilo.
Si vuelvo a tener noticias del amigo ya os contaré. Pero vamo, si no es éste, será otro.
Lo que me parece más curioso es que creo que mi marido no suele recibir llamadas, y eso que cuando devuelvo alguna prenda de ropa que me he comprado, tengo que dejar un número de teléfono y firmar para que me devuelvan el dinero y siempre dejo el móvil de mi señor esposo.
Si nos ponemos conspiranóicos, puede que los números de teléfonos que usamos las mujeres circulen por ahí de algún modo.... Quién sabe.
2 comentarios:
Juassssssssssssssssssss
Bueno, Cuca, al menos no te aburres... me encantaría oír con mis propios oiditos una conversación de besugos como ésa, con tu perfecta voz de camionero, juassssssssss
Besos
No te creas, ayer estaba pensando en cómo configurar el móvil para poder grabar la conversación. A ver si me pongo o pongo a mi queridísimo con ello y cuando nos veamos, te la pongo.
Y, un poco de respeto, era de Carmen de Mairena, que no coló demasiado eso de que yo era mucho macho. :P
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