viernes, 18 de febrero de 2011

Esa gran desconocida: la gotera

Después de 15 escasos días en la civilización Española, volvimos al desierto.
Mi familia vino de visita. Se supone que en éstas tierras hace calor y no llueve. Pues bien, después de un invierno bastante caluroso en comparación con el del año pasado, cuando llegamos hacía bastante frío.
Al segundo día de estar aquí, tuvimos un día completo lloviendo. A diferencia de cuando llueve en España, aquí cuando caen más de 3 gotas, es recomendable no salir por ahí debido a que se forman unos charcos de considerable tamaño y a que ésta gente se vuelve más peligrosa de lo habitual en su forma de conducir.
Van con las luces de emergencia puestas y haciéndo más cosas raras que las barbaridades que suelen hacer a diario.

Pues bien, resulta que ya por la tarde, en mi cuarto hacía mucho más frio que en el resto de la casa. Era un poco extraño y no sabíamos porqué. Hasta que nos fuimos a acostar y, al apagar la luz del techo y dar la de la mesilla de noche descubrimos la razón. Teníamos las cataratas del Niágara en nuestro cuarto. Una fantástica franja de entre 50 y 60 cm de ancho que iba de techo a suelo brillando como si de un cuadro de los restaurantes chinos se tratara. A la mañana siguiente se podía ver, aparte de toda la rodera que el agua había dejado, una zona en la moqueta (sí, que asquito de moqueta) como de metro y medio alrededor de la gotera que estaba literalmente chorreando, Ya había subido algo así como centímetro o centímetro y medio de la base de una estantería que teníamos ahí.


Bienvenidos a goterón, goterón
Tómese especial nota de enchufe pasado por agua...delicious!!!



Con su laguito correspondiente y su olor a bicho muerto durante los 3 primeros días.

Procedimos a la retirada de la estantería y a llamar a mantenimiento para que vinieran a hacer algo. Ante mi sorpresa, lo que hicieron fue venir a ver cuánta agua tenía y me mandaron a 2 con una aspiradora industrial para retirar el exceso de agua de la moqueta. Sí, totalmente de coña.
Dijeron que habían subido a la cubierta del edificio para ver si pasaba algo por ahí y de paso, le dijimos que revisara la junta del exterior de la fachada. A día de hoy, no tengo ni idea de qué encontraron o dejaron de encontrar. Estuvimos 3 días con olor a muerto en la habitación, a pesar de tener la ventana abierta durante todo el día. 

Semana siguiente: Niágara 2, el regreso. Se pasó lloviendo toda una noche y amanecimos con regreso al lago azul en el cuarto. Operación: 2ª llamada a mantenimiento. Ésta vez no llegaron a los 10 minutos de haber llamado. Ni siquiera aparecieron a los 10 minutos o media hora o una hora y media después de haber llamado a las 2 de la tarde. Aparecieron a eso de las 5:30 de la tarde cuando estábamos todos fuera de casa, excepto mi hermana que se estaba echando una siesta. No escuchó el timbre y se despertó cuando vió a los 2 tíos que se habían metido en mi casa (porque ellos lo valían) con su llave maestra.
Susto por las 2 partes y repetición de operación aspiradora industrial. Nosotros, al enterarnos de que estaban en casa, volvimos a toda velocidad para decirles que, por favor, que arreglaran de una vez la gotera y dándoles pistas de dónde estaba.

Al ver que unos vecinos nuestros tenían el mismo tipo de gotera y en el mismo sitio, descubrimos de dónde venía todo el agua. Con ésta información y después de esperar a que la pared y la moqueta se secaran del todo, enviamos una carta a mantenimiento para decirles qué era lo que tenían que revisar y que lo arreglaran y que, después de eso, nos pintaran el cuarto del que llevábamos fuera como 2 ó 3 semanas.
Me llamaron a la mañana siguiente para preguntarme qué era lo que queríamos, porque no lo habían entendido. Se lo expliqué otra vez: arregla el origen de la gotera y, cuando la tengas arreglada, me pintas el cuarto.

Solución sociedad secretil: tengo pintado el cuarto y, ya os contaré pero, estoy segura de que la próxima vez que llueva tendré el lago azul tercera parte.
Lo bueno de todo ésto, que puede que hasta mayo o hasta octubre del año que viene nos libremos de que llueva por éstas tierras.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Joer, tía, yo ya no sé si ésos son tontos o se lo hacen, con tal de no trabajar. ¡Manda wevos!
Espero, como tú, que no vuelva a llover hasta dentro de mucho tiempo...

Besos

Cuca dijo...

Si por no trabajar no es, porque les expliqué por activa y por pasiva que me daba igual no tener la pared pintada, que lo que me interesaba era que arreglaran la gotera y que si me pintaban sin haber arreglado eso, lo más probable era que tuvieran que pintar de nuevo con las próximas lluvias.
Lo que no entiendo es porqué no revisan todas las cubiertas cuando no es el único sitio donde han tenido goteras y aún andan por aquí cambiando telas asfálticas de las cubiertas.... En fin, cuando no se da más de sí, no se puede pedir más.
Supongo también que una mujer no es quién para decirles dónde está la gotera, ya que únicamente sabe cómo funciona la cocina, la lavadora, el lavavajillas y el horno... Es lo que tiene. Luego se sorprenden cuando tú solita eres capaz de cambiar la bombilla de la campana de la cocina.