Lo primero, Feliz Año a todos.
Allá por Noviembre, nos fuimos a ver a unos amigos a otro país del golfo. Éstos amigos tienen un zoo en casa consistente en 3 perros, 2 gatos suyos, otro al que alimentan y los que se llevan a casa que no tienen dueño para que no se queden sólos en la veterinaria. Pues, a falta de animales en casa, les apareció una gatita diminuta el día de antes o 2 días antes de que llegáramos. A esa gata había que buscarle dueño y, tras un par de días ahí, decidí que me la tenía que traer. El problema era cómo y qué había que hacer. Así que allí se quedó la enana.
Al llegar aquí nos pusimos a informarnos para ver cómo se podía traer y decidimos ponernos manos a la obra. Os voy a ahorrar los detalles resumiendo que el proceso ha durado 2 meses y medio por motivos de peso de la enana, papeleo y alguna que otra cosilla más.
Los días anteriores al vuelo empezaron a llamar a mi marido de la compañía con la que volaba la gata y de la zona de cargo del aeropuerto para cruzarse unos faxes con la firma de mi marido y, de paso, les enviamos toda la documentación que teníamos (hay que ser prevenido porque con ésta gente nunca se sabe por dónde pueden salir)
Y llegó el día en el que volaba:
* La persona de contacto era nuestra amiga, que era la que enviaba a la gata
* El dueño era la Sra. Nombre de mi marido.
Habíamos ido a comprar unas cosas y llamaron de la compañía del avión de nuevo. Conversación de besugos:
Compañía: Señora Amiga.
Yo: Sí (así no se me bloqueaba)
Compañía: mmmmmm
Yo: (lo he bloqueado) venga que no, que tú llamar al Sr mi marido.
Compañía: pues sí, que el gato os llega hoy
A partir de ahí fué un sí ya lo sé por mi parte en el que el señor no comprendía porqué hablaba conmigo en vez de con mi marido que estaba conduciendo y diciéndome que me tenía que llevar el pasaporte de él para recogerla y su iqama mientras se bloqueaba de vez en cuando porque quería hablar con él.
Y se me ocurrió la feliz idea de preguntarle dónde estaba la terminal de cargo. Eso ya lo remató. Lo único que conseguí es que me diera el teléfono de cargo y que me dijera que era muy dificil.
Tras 15 minutos de conversación que no solucionaba nada con mucho mmmmmmmm por parte de éste pobre bloqueado ya colgamos.
La recogida a intempestuosas horas de la madrugada:
El vuelo llegaba a las 03:20 horas. Nos fuimos a las 2:30 para buscar el sitio donde había que recogerla y que era muy dificil. Llegamos a la zona donde creíamos que era (porque estaba indicado en árabe) a eso de las 2:45. Mi marido se bajó a preguntar a uno de seguridad que había por ahí. La conversación fué que mi marido le preguntó que si hablaba inglés. Dijo que no y le dijo él a mi marido que si él hablaba árabe y mi marido dijo que no. En ese momento, la joya se dió la vuelta e ignoró a mi marido. Viva la educación!!
Visto lo visto, seguimos a ver qué más había por ahí. Encontramos una zona en la que ponía que sólo personal autorizado y decidimos que nos ibamos a perder y para allá que nos metimos.
Había una garita llena de militares dormidos como cestos. Mi marido salió del coche despacito para evitar dar sustos y salió uno a hablar con él.
Vuelve al coche y me dice que ahí viene uno que nos va a guiar hasta el sitio. Damos marcha atrás despacito, porque ahí no había sitio para girar y el coche que nos iba a guiar, sale corriendo como alma que lleva el diablo y nosotros detrás de él en plan persecución de película.
Nos llevó al sitio donde habíamos preguntado antes. El militar sale corriendo y mi marido a toda velocidad detrás de él. Me dejan más sóla que la una con el coche mal aparcado y mi marido, con las prisas, se deja el móvil en el coche.
A los 10 minutos sale el militar corriendo y se larga con el coche a la misma velocidad que nos llevó.
Al cuarto de hora o así, aparece mi marido y me cuenta que le ha llevado a tomar por saco por unas oficinas que daban miedo. Era como estar en la película de Resident Evil en las oficinas totalmente vacías. Que llegó a un despacho y que había un hombre muy amable que le dijo que había llegado muy temprano, que aún no había llegado el vuelo y que podía esperar ahí con él. Le dijo que no, que gracias, pero que yo estaba abajo en el coche. Su respuesta fué que no había problema, que seguro que el coche tenía aire acondicionado (ésto es lo que miran aquí por las mujeres). Ya le dió la razón de bajar cuando le dijo mi marido que tenía el coche mal aparcado. Con un par!! Le dijo a mi marido que le diera más o menos una hora para subir a arreglar los papeles.
Se bajó, aparcamos bien, se volvió a subir. Me fue haciendo llamadas para irme informando de cómo iban las cosas.
1º Informe de zona libre de zombis en las oficinas vacías.
2º Encuentra al hombre de antes que se llevan papeles previo pago de tasas por tramitación y entregan papel.
3º Le mandan a abajo a que busque a la gata. Hemos de decir en éste momento que el edificio es enorme y cada cosa la tenía que hacer en una punta distinta del mismo. Y yo, mientras tanto, viendo los caballeros de la mesa cuadrada en el coche.
4º Se encuentra con el veterinario que le manda a la otra punta de la nave a buscar a la gata que estaba la pobre más que asustada. La encuentra, el veterinario la ve y le dice que ya está todo y que se puede ir.
Cuando estaba a punto de salir, aparece un coche que le dice que dónde va, que tiene que pasar por aduana. También le dice que sí que le va a acompañar y coge el tío y se larga.
5º En la aduana no hay nadie. Al rato aparece uno. Resultaba que no había nadie y que tenían vigilado ese despacho desde la garita que hay a la otra punta y si ven que aparece alguien, se van para allá.
Pues bien, le toca pagar las tasas de aduana en no sabemos qué banco. Mi marido se hace el tonto porque ya no le apetece pasear otra vez los 5 Kg de caja más gata por todo el edificio y consigue que le pidan el dinero y se lo den a un Charli para que lo pague él. Le dicen a mi marido que pase y que esperen con ellos en la garita mientras el otro va a pagar. Cuando vuelve con los papeles y la gata eran ya las 5:30 de la madrugada.
Sólo me faltaron 4 minutos para terminar de ver la película...
Llegamos a las 6 de la madrugada a casa muertos de cansancio y hasta casi las 7 no nos pudimos ir a la cama.
Ahora tenemos una monada de gata extremadamente cariñosa y que está como un auténtico cencerro haciéndome los días más entretenidos y llevaderos.
Os presento al nuevo miembro de nuestra familia en momento siesta.