martes, 2 de noviembre de 2010

Casi de regreso

Ya estoy casi de vuelta en estas tierras. Se ha hecho más raro por haber disfrutado tanto tiempo de España y de cositas como estas:






El cielo de Madrid. Ésta preciosidad plagada de nubes que se dibujan recortando el AZUL del cielo. Porque sí, en España el cielo es azul. El día que llegué de nuevo aquí, aterricé por la mañana. Al acercarnos con el avión, se medio distinguía lo que parecía ser la ciudad. Cuando comenzamos el descenso, nos adentramos en una capa de polvo en suspensión junto con la contaminación que hay por aquí, que todo lo que se veía era naranja (y no había tormenta de arena). Hacia el final de esa maravillosa capa ya se podía distinguir la ciudad.
Una ciudad enorme, bien organiza en manzanas enormes y, sin embargo, un caos total debido a la sensación de suciedad y a la cantidad de solares vacíos en el centro de la ciudad, los montones de escombros desperdigados y ese tono amarillo anaranjado que reina en todas partes.

Pues eso, un mes y medio disfrutando de los azules, verdes, de respirar aire puro (cualquiera diría que yo llegaría a decir que el aire de Madrid es puro alguna vez en mi vida), de la familia y de los amigos, de conduciiiiiiir, de tener la absoluta libertad de salir, entrar.

Un "Valdastico" viaje a Italia de fin de semana a la tercera boda a la que pude asistir con un montón de amigos, una escalada sin tregua por el camino "del apache" (en italiano de la pace) donde nos acribillaron los mosquitos y donde tuvimos unas vistas privilegiadas del Lago di Garda. Un cambio momentáneo de la novia por uno vestido de merengue con el susto que se llevó el novio, hasta que llegó una preciosa novia italiana. Una ruta casi a la carrera atravesando Venecia en hora y media con la ayuda de un iphone que a veces perdía la cobertura.

Y ya la vuelta. Lo que me he estado dedicando a hacer para estar muy ocupada y llevar mejor la vuelta ha sido esto:

Bollo de chocolate receta de M. una ex-cuca se se nos ha marchado en verano definitivamente.


Pollo relleno de champiñones y calabacín con cuscus y salsa de pimiento, cortesía de Arguiñano (otro de mis entretenimientos de este mes y medio para intentar variar un poco los platos que podemos preparar por aquí).

Y ya estoy casi de vuelta por aquí pasando esta semana esa semana de sueño contínuo que da a veces al llegar aquí. Y además totalmente desinspirada para escribir... Esto de perder las buenas costumbres es bastante malo. 

Gracias a todos los que habéis seguido mirando a ver si me daba por escribir durante todo este tiempo de sequía.

3 comentarios:

dodger dijo...

La verdad es que el exilio te va a venir genial para subir tus habilidades de cocina, jejeje

Cuca dijo...

Pues sí. Es lo que mejor está saliendo aparte del inglés.
Ahora sólo falta que cuando esté por España no deje de cocinar. Lo malo es que aquí sí que tengo demasiado tiempo a veces...

Rocío dijo...
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