Hola. Que os tengo absolutamente abandonaditos.... Debe de ser que este calor que ha empezado a hacer hace algo más de una semana y pico me tiene demasiado perri como para escribir.
Hemos pasado de una especie de primaverita muy agradable en la que se podía estar en manga corta durante el día y una chaquetilla fina te venía de perlas en el momento en el que anochecía a los 38 graditos que marcaba hoy el coche de nuestro conductor a las 11:15 de la mañana que se convierten a eso de las 7 de la tarde (cuando ya hace como una hora que ha anochecido) en 34 grados.
El caso es que, con estas temperaturas en España estaría totalmente achicharrada y muriéndome por las esquinas. Lo curioso es que aquí no tanto. Parece ser que el cuerpo es mucho más listo de lo que nos podríamos pensar y se adapta relativamente rápido. Lo que sí que está costando más es a la hora de dormir. Notas que te despiertas varias veces por la noche, que parece que tienes chinches porque no paras de dar vueltas en la cama y esas cositas que se solucionan tan rápido como lo que tardas en poner el aire acondicionado un ratillo.
Aún así, da auténtico pánico llegar a los 54 grados que me han dicho que han tenido aquí el año pasado. Si sobrevivo a esas temperaturas ya os lo contaré. :P Pero eso será después de verano....
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