domingo, 22 de agosto de 2010

El milagro de la multiplicación de las bodas y los vuelos

Teníamos prevista para este año la asistencia a las 2 únicas bodas que tendríamos. Ya teníamos organizadas las vacaciones en función de las mismas.
Teníamos 2 hasta Navidad. Ahí apareció la tercera. No pasa nada, se modifican un poco las vacaciones y todo arreglado. En febrero nos llegó la siguiente avalancha. Nos enteramos de 3 bodas más en cosa de semana y media. La locura. 6 bodas justo el año en el que nos venimos los 2 a este estupendo país. En la primera boda a la que fuimos nos enteramos de la séptima boda. Conclusión: a las 2 últimas anunciadas no podemos asistir.
La segunda boda a la que hemos podido asistir se celebró en Devon, Gran Bretaña.
Esta boda, de un buen amigo, ha dejado en nuestra visita algunas imágenes curiosas dignas de la sociedad secreta.

En primer lugar, tenemos la única y genuina moqueta que imita madera. Estaba en un restaurante muy parecido a los irlandeses que tenemos por la madre patria. De hecho, el suelo de la entrada era de madera. Y cuando estabamos en la zona de mesas para cenar, el marido danés de una amiga (presumiblemente algo aburrido porque aquí somos todos igual de mal educados cuando nos juntamos con los nuestros y estábamos hablando en español. Que ya entiende bastante, pero no es lo mismo que si nos hubiéramos puesto a hablar en inglés), nos dijo que el suelo era de moqueta. No podíamos creerlo hasta el momento en el tratas de arrastrar los pies por el suelo y, efectivamente, moqueta.



El primer día que estuvimos allí, nos fuimos a conocer el pueblo en el que terminamos gracias a una tía de la novia, después de que el hotel que teníamos reservado nos informara de que era imposible poder acogernos (a 1 mes de la boda) ya que tenían que hacer reforma y que lo sentían mucho.
Lo dicho. El pueblo se llamaba Ilfracombe. Era un pueblecito mediano costero con ese encanto inglés que tanto se ve en las películas. Al lado de el centro de jubilados que parecía una mini central nuclear (vease torres blancas a la izquierda).


Pudimos ver los siguientes carteles:


Harry Potter entradito en años (o su padre)

Y este aterrador documento:


Sí, sí, el de la derecha en grande (y eso, a pesar de que ninguno de los del grupo tiene desperdicio)


Georgie Dann travestidooo!!!!!

El resto de esas mini vacaciones por Inglaterra, hemos de decir que fue muy divertido, la bouda fantástica (pasada por agua, pero fantástica) y que no se come en ningún sitio como en España.
He de hacer una pequeña mención al hotelito que nos consiguieron.
Era la típica casita de campo inglesa. Era como si te hubieras colado en una película antigua. Las paredes decoradas con papel, todo con un aire acogedor. Realmente curioso.
Las habitaciones con esos decorados florales que podrían parecer horrorosos, pero que resultan bastante entrañables y....¿Que decir de los baños de las habitaciones?
En estos momentos es cuando no te salen palabras......agradables (en lo que a funcionalidad e higiene se refiere)
Las paredes de papel y, por supuestísimo, el suelo de moqueta. El caso es que se veía limpia. Pero no dejo de pensar que es un tanto antihigiénico. La bañera de estas antígüas, con patas y todo, con sus grifos separados de los antígüos también. Te parece precioso hasta el momento en el que te tienes que bañar ahí.
De cada grifo salía un tubito de plástico que se unían en una Y a la que, por medio de otro tubo, iba unida la alcachofa. 
Cuando te ponías a bañarte (y yo no soy Tachenko, ni nada por el estilo), el conjunto (que tampoco tenía ningún tipo de sujección en la pared) me llegaba a la altura de los hombros. El proceso de ducha matutina consistía en recogerse el pelo, ducharse medio agachado para poder aclararte cuello, salir, secarte, vestirte y lavarte la cabeza. Y a todo esto debemos añadir que no había quien tocara el grifo del agua caliente porque quemaba hasta límites insospechados (si te descuidabas, se quedaban ahí pegadas tus huellas digitales) y había que abrir y cerrar con una toalla pequeña que había por ahí.
Gracias infinitas a Toshiro y a su señora por dejarme usar un día la ducha de su cuarto. Fué una experiencia religiosa el poder bañarte de una sola vez y no quemarte al abrir el agua.

Este era el baño:

Aquí el saloncito que tenían a la entrada:

Y éste el hotelito



Pues con esto y un bizcochooo, depués de este interminable post, os abandono al hilo del comienzo del post.
Un mesecito y medio en España para asistir a las 3 úlitmas bodas a las que puedo asistir.
Un beso y cuidaros mucho, porque me da que no voy a tener demasiado acceso a internet por la madre patria.
Por cierto, gracias a todos los que me seguís y me aguantáis.


5 comentarios:

dodger dijo...

Como sponsor de una de las bodas... ¡Gracias por venirte!

Tono Sanchez (Yehudai pa los mas frikis) dijo...

niñaaaa q tienes esto más tranquilito que el cumple de Garfield!

Cuca dijo...

Yo pensaba que más que los ojos de Espineteeeeeee.
Estoy en periodo de adaptación, pero intentaré volver en unos días...

Anónimo dijo...

Pero qué bonita la entrada al hotel y su luz por la mañana ¿verdad? Un beso cuca, gracias por venir

Cuca dijo...

Ya sabes tú que no me la hubiera perdido por nada.
Un beso mi anónimo