Esto es lo que ocurre cuando te quedas un día enterito sin electricidad en casa.
Para ponernos un poquito mejor en contexto, ahí va una foto de la temperatura exterior que marcaba el termómetro del coche de nuestro conductor antes de ayer:
Sí, es ese de 50º a las 3:56
Al día siguiente de tomar esta foto (ayer, sin ir más lejos), me levanto y veo que no tenemos luz. Pensé que no sería muy problemático o que se habría ido hacía un minuto y que volvería enseguida como hizo un par de veces el día anterior. Pero pasaba el tiempo y la luz no volvía. Llamé a mi marido para comentarle la fantástica situación en la que estábamos y me dijo que ya lo sabía, que era en todo el compound y que, evidéndemente nos iríamos a comer por ahí. Cuando me voy a lavarme y prepararme para salir, me encuentro con que tampoco tenemos agua!! Nos había tocado el premio gordo.
Nos fuimos a comer al Applebee´s. Restaurante americano bastante bueno y aceptable donde tenían puesto el aire acondicionado (sorprendentemente) a una buena temperatura. No estábamos en el polo norte o algo parecido. Este restaurante tiene otra cosa buena que se llama aparcamiento subterráneo para que no se te quede pegada toda la piel a los asietos del coche cuando te subes de nuevo después de que el coche ha sufrido un baño de sol de esta tierra.
Esta es parte de la carta del restaurante.
Véase detalle de punto 2 de carta. La ensalada Caesar. La primera de ese punto 2. Lo primero que pone es la lindeza de Hail Caesar! Qué nazis eran estos romanos.....
Después del inciso del Hitler de la antigüedad y de reírnos un larguísimo rato (con tal de no volver a casa sin agua, lo que sea) decidimos que ya era hora de comprobar si todo había vuelto a la normalidad. Bajamos al aparcamiento. Coche a la sombra que marca 46º. Camino de casa alcanzamos los 48 y ya dejamos de mirar.
LLegamos a casa y seguimos sin luz pero el agua había vuelto. Duchaaaaa. No hay problema si no funciona el termo porque no hay electricidad. Le das al agua fría que ya te sale templadita y bastante agradable a estas alturas del infierno. Siestecilla (hemos de agradecer inmensamente que en nuestra casa únicamente de el sol por la tarde y así, la casa es bastante fresca y más o menos se mantiene bastante bien el frío.
Tras la siesta (que ya se empezaba a notar el calor) nos fuimos a una gasolinera a por unos cuantos sacos de hielo para meter en el arcón y en la nevera a ver si podíamos salvar algo hasta que volviera la dichosa luz.
Tras eso, nos fuimos en busca de más aire acondicionado. Terminamos en el café de la pierna (espejos y azul en el baño del piso de arriba) con el fantástico batido de oreo. Esta vez nos pusieron en la planta de abajo.
A partir de este momento, recomiendo gafas protectoras.
¿Pensábais que los baños de espejos con suelo y techo azules eran feos? Pues los de la planta de abajo son ROSAAAAAAAAAAAS y yo creo que aún más feos :P
Y ahora, para continuar con el deleite para la vista, veremos algunas fotos del sitio donde nos pusieron, con el juego de raíles para las cortinas que separan unas estancias de otras para que las mujeres se puedan quitar el velo de la cara.
También tenemos fotos para recuerdos de esos que ya no se ven hoy en día demasiado en las casas españolas.
¿Os acordáis de esas flores decorativas que se hacían con jabón? Yo, la verdad, hace muchísimo que no las veía en ningún sitio, pero me parece recordar que hace ya muchos años, estaban algo de moda. Pues aquí tenían 2 mucho más grandes de las que he llegado yo a ver en mis tiempos jóvenes.
Y a juego con los panelitos con luz que han colocado en todo el mueble rococó al que no le hice foto...
Moníiiiiiiisimo.
Pero de lo que sí he conseguido documento gráfico, ha sido de esas lámparas de plumas. Por cierto, según vas avanzando hacia el interior del local, también puedes ir viendo lamparas de mesa a las que también les han forrado las tulipas con más plumas (son como la que se ve a la izquierda)
Ya os podéis quitar las gafas protectoras. No tengo más fotos de este sitio que, realmente y a pesar de ese delicado gusto, es realmente agradable. Te puedes tomar un batido mientras escuchas música tranquila (salvo si te pilla el rezo, que te quitan la música).
Tras el inciso más largo del mundo, terminamos nuestros batidos y nos fuimos camino de casa para comprobar que, efectivamente teníamos luz. En caso de no tener, un amigo nos había propuesto a los que vivimos en este compound una comuna hippie para dormir esta pasada noche.
Afortunadamente, cuando volvimos a eso de las 9:30 de la noche ya había vuelto la electricidad y con ella esos maravillosos ruidos del aire acondicionado, nevera, arcón y enfriadora de agua... Que no los echas de menos hasta que los pierdes y, sobre todo, sientes los efectos de su falta.
Intentaré que en unos días tengáis el placer de "gusto exquisito 2". Post más cortito que este testamento que os he puesto hoy, pero con necesidad de gafas protectoras de nivel máximo.