sábado, 19 de mayo de 2012

Tápate que hace frío

Hemos salido ésta mañana que teníamos que comprar unas cosillas por un centro comercial.

Tras visitar un par de ellas, nos dirigimos a la tercera cuando veo por el rabillo del ojo a un saudi que viene detrás de nosotras y nos dice algo.

Nos hacemos las suecas porque creemos que es un motawa. Al final se pone tan plasta diciendo: sister, sister...(que ni soy su hermana ni lo quiero ser) y siguiéndonos hasta el interior de la tienda.
 Ya paramos a ver qué quiere y ya preparadas para taparnos la cabeza, cuando, de repente, se pone a señalarme a mí en la zona de los pies que estaban escondidos debajo de la abaya como muestra el primer documento gráfico:



Desde luego, debo de ser bastante golfa para ir enseñando 4 dedos de los pies....

Yo alucinando y no entendía porqué me señalaba a las piernas si llevaba la abaya cerrada.
Mi amiga diciendo que lo sentía, pero que no le entendíamos porque sólo hablaba en árabe y nada en inglés. Y nada, él seguía insistiendo en árabe.

Hasta que el buen hombre hace un gesto como que me tenía que abrochar la abaya y yo, golfona y provocadora como soy, le enseño esa pedazo abertura que queda en la base  de la abaya y que, por supesto, estaban abrochados todos los botones de la fantástica bata negra.

Documento gráfico 2:



Es lo que tiene ir provocando, que cuando caminas, un hombre te puede ver medio tobillo un segundito de nada si se molesta en ir vigilando el suelo y hacer un giro de cabeza digno de la niña del exorcista, porque venía detrás de nosotras y no de frente. Es que los tobillos los carga el diablo.

Lo más cachondo, es que ésta gente se supone que no deberían mirarte y, muchísimo menos, dirigirte la palabra a no ser que tú te dirijas antes a ellos, pero les da igual. Ellos guardarán la virtud sobre todas las cosas.

Al final, nos dio por imposibles y se largó sin hacer la más mínima referencia a nuestro pelo al aire.
A éste deberían ponerle únicamente los tobillos.

Al final no me quedó muy claro si era por la abertura de la abaya o por las sandalias. Pero vamos, no creo que él estuviera dispuesto a comprarme un zapato cerrado y a mí ni se me habría pasado por la cabeza, teniendo en cuenta que ya marcan los termómetros 44º a la sombra.

Como diría el gran Ford Fairlane: "Cuánto gilipollas y qué pocas balas"






viernes, 18 de mayo de 2012

Arriba las manos: ésto es un atraco

Ésta entrada no tiene nada que ver con éstas tierras, sino con aquella a la que nos gustaría volver en algún momento más pronto que tarde y a la que están destrozando sin ningún tipo de piedad.

Nos hemos enterado hace un rato que, esos "señores y señoras" que ostentan el cargo de ministros y que se supone que deberían representar al Pueblo Español (a todo el pueblo y no únicamente a esa clase a la que le sale el dinero por las orejas a la que tienen en palmitas), han decidido en el Consejo de Ministros celebrado hoy que, fíjate tú, van a subir el tipo de interés de las hipotecas convenidas.


Es decir, van a subir las hipotecas de la gente que, por baja renta, ha podido acceder a viviendas de protección y que, seguramente, ya lo estén pasando mal para poder pagar esas hipotecas o llegar a fin de mes dado el espléndido panorama laboral que hay ahora mismo (eso aquellos que aún conservan su trabajo).

Hablando mal y pronto, han puesto el culete en pompa para que los bancos, aparte de no conceder crédito a absolutamente nadie y se queden con todo el dinero que se les está inyectando (dinero que paga el estado, es decir el pueblo) para comprar deuda de los mismos estados que los han salvado y sacándole más dinero en forma de intereses. Y no contentos con la descomunal cantidad de pasta que se están llevando, han aprovechado para ver si pueden sacar aún más dinero a la gente que ya está con el agua al cuello.

No creo que ésto llegue muy lejos, sólo es mi opinión. Pero me gustaría que ésta vergonzosa clase política que sólo se representa a sí misma (ya que parece que únicamente vela por sus intereses, los de sus familias y sus amiguitos), tuviese la mínima decencia y valentía de intentar arreglar los destrozos que están haciendo con nuestro país y que deje de mirarse el ombligo mientras España y los españolitos de a pie se van a la mierda o tienen que salir corriendo del país a cualquier otra parte del mundo para poder trabajar y sobrevivir en éste mundo que nos ha tocado vivir.